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Mostrando entradas de junio, 2020

Manifiesto de la canción filosófica

Gibran Hernández La nueva trova fue una expresión única de la izquierda latinoamericana, en particular de la nueva trova cubana nacida de la revolución de 1959, sin embargo fue decayendo tanto del gusto popular como en sus temas, cada nueva generación de autores de canciones estuvo menos y menos interesada en abordar temas importantes y sociales y cada vez más enfocada en el individualismo, en el cutre romanticismo cursi, el lugar común y la búsqueda de la fama y fortuna. Nada quedó de las antiguas generaciones de compositores de protesta y de sus complejas armonías, arpegios y búsqueda estética. Es por ello que ante el despojo de esa expresión cultural de la izquierda nace la necesidad de una nueva canción que retome la estafeta abandonada de la canción de crítica social y hoy propongo la canción filosófica, que además integra un nuevo lenguaje poético y sonoro, abrevando de nuevas fuentes musicales y literarias, incluyendo por ejemplo el uso del lenguaje filosófico y científi...

La indigencia intelectual y moral de la oligarquía

Gibran Hernández Desde hace algunos años gracias a las redes sociales y los medios electrónicos pudimos conocer cómo piensa, cómo se expresa y cómo vive la oligarquía mexicana: vaya vergüenza ajena. Recuerdo que cuando no era accesible al ciudadano común la convivencia con la “clase alta” uno pensaba que al tener el poder económico, político y social, prácticamente absoluto, aquella debía ser sin duda una élite de gente preparada al más alto nivel intelectual, suponía uno ingenuamente que tendrían un lenguaje y gustos refinados, incluso ademanes pomposos y demás. Nada más lejos de la realidad. Hoy sabemos que no, que son un montón de privilegiados económicamente, pero más allá de ésto carecen de la capacidad de articular un discurso decente, de comprender la nación, de entender las consecuencias de sus actos, de pensar como seres humanos del siglo XXI: están en la indigencia intelectual y moral en su mayoría. Son racistas, clasistas, deshumanizados, vulgares, superficiales y...

La naturaleza de la maldad

Gibran Hernández Quien no comprende el mal suele pecar de ingenuidad, creyendo que puede negociar con un ser malvado, que puede hacerle entrar en razón, apelar a su empatía, a su humanidad y convencerle de hacer el bien, tristemente lo que suele ocurrir es todo lo contrario. Quienes más incurren en éste error son los activistas del siglo XXI, desgraciadamente. No es mi intención atacarles, todo lo contrario, entiendo que son bien intencionados, que sus objetivos son nobles y sus causas son justas: pero es muy diferente la comprensión de esas problemáticas y el cómo pretenden resolverlas, ahí me parece que yerran a menudo. Vivimos en una época complicada donde conviven los más grandes privilegios y confort con la esclavitud más terrible, con la maldad más putrefacta y vil, obviamente con sus grados entre ambos extremos. En uno de ellos, los que tenemos la suerte de estar en las capas intermedias gozamos de la paz, de tener más o menos resueltas las necesidades, y poder, por e...

La desvergüenza panista

Gibran Hernández A los funcionarios de la cuarta transformación y al presidente les critican literalmente hasta los zapatos, pero del caos espantoso en que tienen sumido a Guanajuato, no dicen nada. Así ha sido siempre el PAN, ese partido de derecha que jamás se ha asumido como tal, el que está contra los derechos reproductivos de las mujeres pero se dice feminista, que sumió al país en una guerra con miles de muertos a los que llamó daños colaterales y jamás aceptó que la estrategia fue fallida, menos los nexos del narcotráfico de su secretario de seguridad, Genaro García Luna, que hoy enfrenta un juicio en EEUU, los que ahora lloriquean por la libertad de expresión defendiendo a un racista descarado como es Chumel Torres, pero en su momento celebraron que Aristegui fuera despedida de MVS, callaron ante las amenazas de muerte a Lydia Cacho y Anabel Hernández, a quienes persiguieron y tuvieron incluso que exiliarse para salvar sus vidas. Es interminable el rosario de infamias y...

Reguetón y trap: el ruido del neoliberalismo

Gibran Hernández No tienen la agilidad de la salsa, ni el sabor de la cumbia, tampoco la sensualidad del tango, ni la estética del trance o del break dance, mucho menos tienen la musicalidad de todos éstos, ni las voces increíbles y naturales de los mismos que no necesitan ser afinadas digitalmente, ni necesitamos utilizar subtítulos para entender qué demonios dice la letra, tampoco tienen versos de la calidad que se pueden encontrar en todos los géneros musicales que mencioné, sin embargo nos restriegan con artículos zalameros hacia éstos dos fenómenos masivos pretendiendo enaltecerlos con falacias ridículas, por ejemplo que son ritmos afrodescendientes y por ende criticarlos es “racista”, que vienen “del barrio” y por ende al repudiarlos se es clasista, pero como ya me tienen frito como músico esas peroratas, hoy voy a desbaratarlas una a una. Primeramente no me molestaría la existencia y persistencia del trap y el reguetón si no fueran tan invasivos con sus campañas publicit...

Chumel: El clasirracista bufón mediático

Gibran Hernández Es difícil entender cómo un cretino racista logró que hasta renunciara una funcionaria pública por tener el desatino de invitarlo a un foro sobre discriminación, cómo ese mismo cretino sigue sin entender por qué genera tanto repudio, cómo en lugar de ello se victimiza, hace su propio foro al respecto, cómo es que tiene tanta audiencia y cómo es que es famoso, pero tiene una explicación: ignorancia supina. La razón por la que ese tipo saltó a la fama fue porque otro impresentable, Gabriel Quadri, retuiteó un mensaje vulgar de éste en el que atacaba al ahora presidente y entonces candidato, Andrés Manuel López Obrador. Así que nada de que el tipo ha sido jamás imparcial: sus ataques clasistas y racistas a la izquierda, sus descalificaciones y bufonadas mediocres siempre han sido la razón por la que ha recibido tanto apoyo. Supuestamente “simplifica” las noticias “con humor”, lo que traducido al castellano sería que vulgariza totalmente la información y la reduce...

El vicio de alimentar el sesgo cognitivo

Gibran Hernández Creo que ninguna tendencia política, ni filosófica, incluso científica, escapa a éste vicio, quizá sea tan viejo como la humanidad misma. Me refiero a esa costumbre que adquirimos de sólo consumir información favorable a nuestro pensamiento, a evitar conocer al menos otras perspectivas, ya no digamos a renunciar a algún sesgo cognitivo arraigado en nuestra conciencia. En el caso de la izquierda por ejemplo es esa tendencia a leernos entre nosotros y manejar información que nos dice que todo va de acuerdo a nuestras conjeturas y predicciones políticas, sobretodo cuando “ganamos” alguna posición o batalla y decidimos entonces bajar la guardia pensando que la mayoría está informado, formado y consciente de la misma manera que nosotros, que todos los compañeros son camaradas racionales que dialogan en un alto nivel intelectual, con un profundo entendimiento hasta de la geopolítica: no es así. Como en todo hay diferencias y no sólo me refiero a las distintas fac...

Vandalismo, civilidad y política

Gibran Hernández Éste tema es complicado pero alguien tiene que abordarlo en vista de que no se ha hecho sin irse a un extremo u otro, sin matizar, ni contextualizar. Para el derechista la represión policíaca y los abusos no existen: es el “estado de derecho”, siempre que no sea contra una de sus manifestaciones en auto o sus llamamientos al magnicidio. Para el radical de “izquierda” o "anarquista", cualquier destrucción de mobiliario urbano, robos e incluso ataques a transeúntes está santificado por la libertad y las nobles causas que dice enarbolar. Los gobernadores autoritarios no reconocen la pésima actuación y nula capacidad de los cuerpos de seguridad: niegan que haya abusos y excesos, pero cuando son evidentes, aseguran que no representan a las corporaciones, ni fueron sus órdenes, o en el peor de los casos están justificadas porque los manifestantes crearon el conflicto, como si fueran iguales civiles desarmados, mujeres y niños a antimotines equipados con prot...

Alfaro: el Mussolini de Tlaquepaque

Gibran Hernández Alfaro es un tipo narcicista y obsesionado con el poder como tantos políticos de pocas luces que abundan no sólo en México, sino en el mundo. Siempre ha querido ser gobernador de Jalisco y ahora que lo logró al fin, en su megalomanía enfermiza pretendía ser candidato a la presidencia de nuestra república, digo pretendía porque él mismo terminó de cavar su tumba política y ahora le está poniendo lozas de concreto y plomo a la misma con la represión brutal que ordenó después del cobarde asesinato de Giovanni López, ante las justas protestas de los jalisciences a ésta infamia, producida por sus decisiones autoritarias que pensaba apuntalarían su ascenso al poder. Apenas hace poco formaba junto al resto de gobernadores de derecha un frente contra el gobierno federal y la presidencia de la república, porque les negaron el presupuesto para la pandemia en efectivo y a su capricho, blindándolo con ello de los infames desvíos a campañas políticas que solían hacerse hasta ...

Extremismos, poder, violencia y represión

Gibran Hernández La razón por la que fui moderando mi discurso y formas de lucha política fue gracias a una paulatina comprensión de las implicaciones de la violencia, la represión, a una re-valoración de la vida humana, la dignidad y las consecuencias de abrazar algún extremismo político. Ésto último es de hecho mucho más fácil y cómodo porque automáticamente se disipan todas las consideraciones, dudas, ya no hay que evaluar nada: automáticamente todo “se resuelve” con facilidad y las decisiones se reducen de forma drástica, hipotéticamente por supuesto. En todo momento y en distintos contextos se glorifica la violencia y se le adjudican propiedades que no tiene, por ejemplo el romantizarla como el motor de la historia al creer que las revoluciones consistieron únicamente en el uso indiscriminado de la fuerza, como si las ciudades, las leyes, la civilidad, la tecnología, el progreso humano moral, social y científico, emanasen mágicamente de la boca del fusil, de la flama de la...

El cinismo calderonista

Gibran Hernández Pocos o ningún personaje de la escena política mexicana producen tanto repudio como Felipe Calderón Hinojosa, no sólo en la izquierda sino en la misma derecha a la cuál utilizó y destruyó para sus ambiciones personales. Desde el infame Fobaproa, pasando por el fraude electoral descarado de 2006 y el apoyo a Enrique Peña Nieto, al grado de ser el responsable de comprar el palacio volador que aún tenemos como lastre y emblema de la insensibilidad social de la clase política derechista, de su derroche descarado ante un pueblo al que empobrecieron a niveles espantosos, al que hundieron en la violencia, la miseria y la injusticia. La Estela de Luz, la refinería que sólo fue una barda, los hospitales entregados en obra negra, el robo de combustibles, el daño a la institución del ejército con una guerra que jamás prometió en campaña pero utilizó para legitimarse después de usurpar la presidencia de la república, entrando por la puerta trasera a tomar protesta, en una de las...

Espionaje y contrainsurgencia

Gibran Hernández Cuando era adolescente solía ser más radical en mi postura política, muy probablemente por la lectura de textos históricos que glorificaban los logros de los rebeldes a través del tiempo, desde Espartaco hasta Ernesto Guevara. También era común leer sobre el espionaje y la contrainsurgencia, los métodos de tortura de las agencias de inteligencia, los asesinatos políticos, etcétera. A eso se sumaban también películas donde el protagonista vencía a un poder totalitario, sólo con su voluntad, convicciones y valientes combates cuerpo a cuerpo. Era lógico ilusionarse con la idea de ser un héroe libertador, o al menos un líder político trascendente que hiciera un cambio sustancial en el mundo. Incluso la música hablaba también de esas hazañas, de las injusticias y realidades adversas en el mundo, en una época donde los artistas no estaban limitados a la búsqueda de la simple fama y fortuna, proponían canciones de protesta, de crítica social, de rebeldía juvenil, refl...

La deificación de la sociopatía

Gibran Hernández   No se puede hablar de justicia social, de combatir la desigualdad, ni de dar ningún incentivo a los necesitados sin que inmediatamente salten uno o varios feligreses del mercantilismo a despotricar contra cualquier gesto humanitario o de sensibilidad social, llamándolo populismo, comunismo, o a hablarnos de las bondades de su credo: que los pobres son pobres porque quieren, por flojos, porque no emprenden, no ahorran y porque quieren que el gobierno les resuelva todo. La pandemia de cursos de coaching empresarial, de diplomados de emprendimiento, de cultura financiera y libros de superación personal han hecho estragos en la mentalidad colectiva, al grado que cuestionar sus patrañas es básicamente una blasfemia para todos sus adeptos, que como todos los participantes de un culto creen a pie juntillas en el paraíso prometido, dan gustosos sus diezmos y están convencidos de que pronto serán ricos, pues cumplen al pie de la letra con los programas, reclutan a...