Desafortunadamente tengo que abordar éste tema, pero es indispensable para la discusión de la izquierda partidista representada en Regeneración Nacional.
Como saben venimos de la lucha política de la izquierda desde 1988 cuando Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador se separaron del PRI que se volvía cada vez más neoliberal, rapaz y corrupto, así que la corriente democrática se convirtió, junto con otras izquierdas como el PMT, en lo que fue el primer PRD, con el que pese a sus carencias y contradicciones se ganaron luchas importantes en la función pública.
Todo ese camino arduo costó alrededorde al menos 500 simpatizantes asesinados por el régimen, pero poco a poco se fueron logrando posiciones en el gobierno, hasta que se ganó la ciudad de México y a partir de ese punto los vicios que se generaron en el partido, en forma de tribus que pugnaban por las candidaturas y los presupuestos, se fueron exacerbando, hasta el punto en el que los tristemente célebres Chuchos se apoderaron del partido e impidieron que AMLO pudiese ser el candidato a la presidencia, pues estaban ya coludidos con el PAN y el PRI: es un secreto a voces que muchos de ellos se dejaron sobornar para dar su voto a reformas infames o para abstenerse, en desfalcos a la nación que crearon el hartazgo social que finalmente dio como resultado el nacimiento de MORENA y su triunfo electoral histórico.
En la conformación del partido se sumaron toda clase de fuerzas e ideologías, algunas del viejo PRD persisten en el partido y han traído sus viejas y malas prácticas, sus cacicazgos, individualismo e intereses ajenos a servir al pueblo y hoy día se dejan ver cada vez más descaradamente, por ejemplo reteniendo la presidencia del partido al grado que el INE terminó interviniendo, y de que le han dado la espalda al presidente en más de una ocasión, por ejemplo al negarse a que la elección de la dirigencia del partido sea electa por consultas abiertas, pues ahí muchos de los simpatizantes que no son militantes precisamente por esas prácticas, podrían participar e integrarse al movimiento, para poder seguir con la urgente transformación que estamos llevando a cabo en nuestro país.
Si no le ponemos un alto cambiando la dirigencia y el rumbo del partido, tarde o temprano le haremos el trabajo sucio a la derecha y sin ganarse el voto podrían volver al poder, únicamente por el capricho y ambiciones personales de los viejos caciques perredistas que no quieren entender que MORENA fue creado precisamente para acabar con sus vicios.
La izquierda no es una corte, no tiene alcurnias, no tendría ningún militante o simpatizante ser en ningún momento lacayo, ni instrumento político de los intereses de nadie. Si no entienden ésto por las buenas y desisten de sus ambiciones se irán al basurero de la historia como se ha ido lo que quedó del PRD, pues los simpatizantes que hemos apoyado siempre el obradorismo y la transformación vamos a tomar las riendas del partido democráticamente, pues somos muchos más los que no estamos afiliados, pero somos de izquierda, somos intelectuales y somos activistas por la transformación nacional.
Estén advertidos.
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