Es una canallada despreciable lo que acaban de cometer los burócratas perredistas en MORENA y no es solamente una infamia contra un candidato a la presidencia del partido, sino a las bases, a los principios, a la moral política y sobretodo a la izquierda.
El partido se creo precisamente porque la estructura del PRD fue paulatinamente deteriorándose por las prácticas deleznables y sucias de las tribus que hoy desgraciadamente están replicando en MORENA: el clientelismo, las negociaciones en las sombras, los acuerdos entre cúpulas, la repartición de candidaturas a cambio de favores políticos inmorales y la descarada traición a los objetivos y principios de la izquierda por perseguir vulgares ambiciones personales, por enriquecerse, por la búsqueda inmunda del poder por el poder.
El pacto desde abajo es una propuesta que intenta sanear todas esas prácticas y el ninguneo a las bases, a la militancia y a los simpatizantes que no nos afiliamos precisamente por todo lo que ocurre en el partido. Las candidaturas indefendibles de chapulines, expriístas, expanistas, caballos de Troya como Eva Cadena, Lilly Téllez, caciques nefastos, gente que vende sus votos y fieles al mejor postor así como veletas de la política como Porfirio Muñoz Ledo que se van con quien gane las elecciones a lustrarle las botas de charol con su retórica. No olvidemos que cuando Fox ganó las elecciones en su pacto con el priísmo de inmediato ese personaje se integró a sus filas y lo mismo hará para su conveniencia personal, así como ahora ataca al canciller Marcelo Ebrard descaradamente.
Despojar al candidato de las bases del derecho político a competir por la presidencia del partido es algo vil y sucio, saben perfectamente que les ganaría las elecciones y por eso utilizaron la encuesta amañada para decir que "nadie lo conoce", cuando su diatriba era que era el "telecandidato de la derecha" apenas hace unos días. Son miserables y cínicos. Ésta afrenta la van a pagar y muy cara por más que intenten llamar a la "disciplina" en un discurso priísta indigno, no señores: MORENA no es su club de amigos para hacer negocios y se los vamos a demostrar en las urnas. Por mi parte propongo poner por escrito el nombre del doctor en las papeletas a modo de protesta y para exhibirlos, salvo que nuestro representante tenga una mejor estrategia en mente.
Gibran Ramírez no es sólo un joven político, ni representa solamente a su persona: en su proyecto y programa nos identificamos miles si no es que millones de simpatizantes de la izquierda institucional que anhelamos un partido político digno que haga posibles los cambios que necesita la cuarta transformación para nuestro país. Ha militado únicamente en el obradorismo desde su adolescencia y se forjó en la izquierda, por más que la Nomenklatura rencorosa y los periodistas de pacotilla se empeñen en difundir calumnias en su contra, motivados por la envidia vil ante su popularidad creciente y capacidad de liderazgo.
No está sólo y no nos vamos a dejar:
El pacto desde abajo va.
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